Sueños de Libertad 306 Completo 🔥🔪 – YouTube
En el episodio 306 de Sueños de Libertad, se desatan conflictos familiares y secretos ocultos que afectan profundamente a los personajes principales.
Andrés toma una decisión drástica al presentar un documento para renunciar a la tutela de Julia, lo que provoca tensiones con su suegro, el padre de la reina. Digna, madre de Valentín, interviene en la situación, afirmando que es su deber cuidar de Julia y que el padre de la reina también comparte esa responsabilidad como abuelo. Además, Digna menciona que si Begoña desea retirar a la niña, puede hacerlo.
Mientras tanto, en casa de los Merino, Julia se muestra preocupada por la presencia de Teo, un niño de su edad que ha llegado a vivir con ellos. Teo, que ha perdido a su madre y está enfrentando muchos cambios, se muestra distante y reacio a integrarse. Julia, sin filtro, expresa su desagrado por las gachas que Teo solía desayunar, lo que provoca un conflicto entre ellos. Gema, hermana de Julia, trata de calmar la situación, pidiendo paciencia con Teo.
En la fábrica, Don Pedro, padre de la reina, discute con su hermana Irene sobre su comportamiento reciente. Irene le deja claro que si quiere averiguar cosas, debe contratar a alguien, ya que ella está cansada de estar en medio de todo. Más tarde, en casa de los Merino, Julia le cuenta a Begoña que Digna se va a casar y recuerda que la última vez que usó un vestido bonito fue el día que murió su papá Jesús.
En otro frente, María, madre de Julia, se enfrenta a Begoña por la tutela de su hija. María acusa a Begoña de querer quitarle a Julia, mientras que Begoña le recuerda que ya está en marcha el proceso para retirarle la tutela. La tensión entre ambas mujeres aumenta, dejando claro que la lucha por la custodia de Julia será ardua.
En la tienda, Fina se queja de la falta de modales de unas clientas, mientras Carmen comenta que la señora Margarita solo se interesa por las muestras gratis. Luis, al enterarse de la existencia de una libreta especial donde se anotan detalles sobre las clientas, insiste en verla, lo que genera una situación incómoda. Finalmente, Carmen le entrega la libreta, aunque advierte que es un gran acto de confianza.
Raúl, por su parte, recibe un pequeño regalo de Claudia, lo que lo alegra mucho. María, al enterarse, le ofrece una disculpa por su comportamiento anterior, y ambos acuerdan retomar las clases de conducir.
En el dispensario, Luz le cuenta a Begoña que Teo está enfadado con todo. Begoña lo entiende, ya que acaba de perder a su madre y está enfrentando muchos cambios. Luz menciona que quizá Julia podría ayudarle, pero Begoña responde que Julia también está molesta con el mundo. Begoña se culpa por no haber hecho las cosas bien con María, Andrés y Julia, pero Luz le recuerda que el verdadero causante de tanto daño fue Jesús, quien ya está muerto y que ese fue su gran error.

En casa de la reina, Fermín visita a Damián. Hablan de lo difícil que es luchar contra una adicción, comparándola con subir una pendiente sin descanso. Aún así, Damián le dice que puede lograrlo. Fermín considera dejar su trabajo como cirujano y dedicarse a dar charlas a nuevas generaciones, compartiendo su experiencia. El padre de la reina aprueba la idea y le parece mejor que quedarse en casa sin hacer nada. Fermín entonces le revela que pronto se marchará.
Joaquín busca a Luis para hablar sobre asuntos de negocios. Le dice que no quiere presionarlo, pero hay máquinas detenidas esperando su nuevo producto. Luis le asegura que ha recibido ayuda externa, pero que no puede dar detalles por confidencialidad. Joaquín le pregunta por qué no está con Teo, y Luis le confiesa que se le está haciendo difícil conectar con él. Le preocupa haber metido en casa a alguien tan complicado, ya que Teo es muy reservado y parece esquivo. Luis reconoce que es un proceso largo, como criar a un niño desde cero.
Fermín cuenta que piensa irse a Roma para no perderse la vida de su hijo ni la de sus futuros nietos. Agradece toda la ayuda de Damián, pero antes pasará por Sevilla para despedirse de los recuerdos y dejar su casa en Toledo para que su hijo pueda usarla algún verano. Se abrazan con emoción, sabiendo que quizás sea la última vez que se vean.
Mientras tanto, en las clases de manejo, María está progresando mucho. Ya sabe aparcar, y Raúl le dice que en unas clases más estará lista para conducir sola. María le confiesa que con él se siente auténtica y comprendida, cosa que no le pasa en casa. Hablan de Claudia, y María dice que los amigos no se hacen regalos sin razón. Raúl responde que sí lo hacen. María pregunta si está seguro de que Claudia solo lo ve como un amigo, y él dice que sí.