Spoiler: Sueños de Libertad 321 (Aunque la policía la calma, Begoña sigue con miedo y María no detiene su plan) – YouTube

En este capítulo, la tensión crece en la casa de los Reina. Begoña, visiblemente nerviosa y temerosa, conversa por teléfono con el sargento Pontón, quien le ha pedido que no salga de casa. Andrés, preocupado, intenta tranquilizarla asegurándole que si la policía quisiera detenerla no le habría avisado. Sin embargo, Begoña está atormentada por haber involucrado a la Guardia Civil y por la traición de María, quien fue quien contó todo a Pontón.

La desconfianza y el resentimiento entre ellas aumentan: Begoña está decidida a que María salga de la casa antes que termine el día, aunque sabe que no será fácil, pues siguen casadas y María tiene aliados, como Julia, que complican las cosas. Andrés considera que ha llegado la hora de contarle todo al sargento sobre la muerte de Víctor, pues vivir con miedo ya no es opción.

Cuando María irrumpe en la conversación, desafía abiertamente a Begoña y Andrés, asegurando que tiene el respaldo de su familia y que no piensa irse. La tensión se vuelve casi insoportable, con acusaciones cruzadas que sacan a la luz mentiras, secretos y culpas. Begoña acusa a María de ser la verdadera culpable y no teme enfrentarse a la posibilidad de que termine en la cárcel, aunque eso la afecte a ella también.

Justo cuando la discusión alcanza su punto máximo, llega el sargento Pontón con una noticia que cambia el juego: Begoña ya no es sospechosa de la muerte de Jesús, pues él descubrió que Jesús estaba vivo y hablando por teléfono a la hora del supuesto crimen. Esto sorprende a todos y pone en duda la versión oficial.

Damián, preocupado, insiste en que el caso debe reabrirse y señala que Boris, un trabajador clave, podría tener información vital para esclarecer todo. Pontón promete investigar, aunque el juez no parece dispuesto a reabrir el caso sin pruebas contundentes.

Mientras tanto, en el dispensario, Luz y Digna expresan su preocupación por Begoña y la injusticia que ha sufrido. Cuando Begoña llega con la noticia de su inocencia, las emociones afloran, aunque persiste la incertidumbre y el miedo por lo que aún no se sabe.

El capítulo termina con una sensación amarga: aunque Begoña ha sido liberada de sospechas, la sombra del verdadero culpable sigue muy cerca, y ese hombre se prepara para convertirse en su esposo. La trama avanza hacia un desenlace lleno de dolor, traiciones y secretos a punto de estallar.

En resumen, este episodio combina la calma superficial que trae la buena noticia con la tensión latente por las amenazas y planes de María, mientras la verdad oculta comienza a salir a la luz y las piezas del misterio se mueven peligrosamente en torno a Begoña y su entorno.