¡Atención, este es un spoiler del capítulo de Sueños de Libertad, del 9 de mayo!
En el avance de este capítulo, la tensión aumenta mientras los secretos se siguen acumulando. El matrimonio entre Digna y don Pedro está a la vuelta de la esquina, pero la familia está cada vez más desconfiada de la situación. Don Pedro está extremadamente nervioso, temiendo que algo se filtre y arruine la boda. Para evitar cualquier error, todo se está acelerando, las invitaciones se envían con rapidez y las decisiones son tomadas sin pensar demasiado.
Mientras tanto, en la fábrica, Andrés se enfrenta a un conflicto interno. Aunque quiere mucho a su tía, Digna, no soporta al nuevo director y teme que él sea responsable de actividades oscuras en la empresa. Tiene miedo de que al enfrentarse a este hombre, pierda la relación con su tía, a quien respeta profundamente. Aunque Digna no parece entender sus razones, Andrés decide ceder, aceptando el matrimonio aunque vaya en contra de sus principios, para no perder su vínculo con ella.
En paralelo, Damián recibe noticias de Ángel Ruiz sobre la investigación de don Pedro, quien ha comenzado a indagar sobre el pasado de Damián. Aunque todavía no han encontrado nada incriminatorio, están vigilando cada paso de Damián, lo que les obliga a ser extremadamente cautelosos. Gema, por su parte, sigue intentando convencer a Teo, un niño huérfano, para que se mude con ella a Toledo, pero Teo se resiste, ya que dejar su hogar le resulta demasiado doloroso. Gema entiende que no puede forzar su sanación.
En el taller de perfumería, Luis atraviesa un bloqueo creativo mientras lucha por crear una nueva fragancia para Galerías Miranda. Después de su operación, siente que su capacidad creativa se ha visto afectada, lo que le preocupa porque teme que esto le cueste el contrato. No le cuenta nada a Digna, pero siente una presión creciente.
Mientras tanto, don Pedro y María siguen reunidos, aumentando la seguridad en la mansión de los Reina, temiendo que alguien filtre información a la prensa. La boda se acerca, y todos están nerviosos, siendo extremadamente cautelosos con cada movimiento.
Al mismo tiempo, Andrés y Damián planean alejar a María de la custodia de su sobrina Julia, manipulando pruebas y creando falsas acusaciones para que pierda la tutela. Todo está perfectamente calculado, pero el riesgo de que un solo error los arruine es muy alto.
En la finca donde vive Fina, la convivencia con un investigador la está afectando profundamente. Viejos recuerdos y promesas rotas la llevan a una crisis emocional, y Marta, muy preocupada por ella, pide ayuda a Begoña. Begoña encuentra documentos en un armario que prueban negocios turbios de don Pedro, incluyendo acuerdos secretos y espionaje. Este hallazgo podría cambiar el rumbo de la historia, poniendo a Pedro en una situación muy comprometida.
Ángel Ruiz también entrega a Damián un sobre sellado con pruebas vinculando a don Pedro con redes de espionaje, lo que podría tener repercusiones legales graves. Damián, aunque nervioso, sabe que tiene algo muy importante en sus manos que podría destruir la boda y desmantelar toda la trama de secretos.

Digna, por su parte, reúne a Marta y Andrés para anunciarles su decisión de casarse con don Pedro y les entrega las invitaciones. A pesar de sus sentimientos encontrados, deciden apoyarla, aunque eso los pone en una situación incómoda. El apoyo a Digna podría ser interpretado como aceptación de la boda, lo que les genera un gran conflicto interno.
Finalmente, don Pedro le confirma a Digna que ha contratado a un detective privado para vigilar todos los movimientos de Damián. Aunque le dice que es solo una medida de seguridad, esto provoca desconfianza en Digna, y la rivalidad entre los cuñados se intensifica, ya que ambos están luchando por controlar la información.
La boda sigue adelante, pero la trama está llena de sospechas, juegos de poder y una fuerte lucha por el control. Los personajes están atrapados entre el amor, la lealtad y la ambición, y los secretos del pasado amenazan con salir a la luz en cualquier momento.