🔴 Spoiler – Sueños de Libertad Capítulo 304 (Julia rompe en llanto tras la decisión de Andrés🥲🥲🥲)

El capítulo 304 de Sueños de Libertad llega cargado de emociones desgarradoras. La historia da un giro profundo cuando Andrés, en una conversación privada con Begoña, le confiesa su determinación de renunciar a la tutela legal de Julia. La noticia cae como un balde de agua fría. Begoña queda atónita, pero Andrés le explica que esta medida es la única vía para cortar definitivamente la influencia de María en la vida de la niña y permitir que ella tenga una crianza estable y sin conflictos.

Con pesar, Andrés aclara que la tutela pasará a manos de su padre, Damián, lo que legalmente excluiría a María del círculo de decisiones sobre la menor. A pesar del gesto noble, Begoña muestra su preocupación más profunda: cómo afectará esto emocionalmente a Julia, quien sigue idealizando a su madre y a su difunto padre.

La escena clave llega cuando Andrés decide hablar con Julia. La encuentra en la sala esperando a Rita y a su abuelo. En lugar de posponer la conversación, la enfrenta con franqueza y dulzura. Le dice que la quieren con el alma, como si fuera su hija biológica, pero que algunas cosas cambiarán. Julia, al principio confundida, piensa que hizo algo mal. Andrés la tranquiliza, asegurándole que no es culpa suya, que es un asunto entre adultos.

Cuando le revela que él y María dejarán de ser sus tutores legales y que será su abuelo quien asuma esa responsabilidad, Julia no logra entenderlo. En medio del desconcierto, lanza una frase que parte el corazón: “Si tú me quisieras de verdad, no dejarías de ser mi padre.” La niña rompe en llanto, gritando entre sollozos su incomprensión y su dolor. Andrés intenta calmarla, explicándole que seguirá presente, que nunca la abandonará, y que todo esto es para que Begoña pueda seguir en su vida sin obstáculos.

La niña, sin embargo, está devastada. Reitera que quiere a todos y no entiende por qué tiene que elegir entre María y Begoña. Andrés, tratando de explicarle con amor y firmeza, le dice que a veces no se puede tener dos madres al mismo tiempo. En ese momento aparece Begoña y le avisa que Rita y su abuelo han llegado. Julia, entre lágrimas, grita una última frase que resuena en todo el episodio: “¡Si tú me quisieras, no dejarías de ser mi papá!”

Más adelante, Andrés se dirige al despacho de su padre, Damián, a quien no ha visto en todo el día. Allí descubre que su padre está sumido en una profunda tristeza tras el anuncio del compromiso de Digna con don Pedro. Damián, visiblemente abatido, admite que aún la ama y que tenía la esperanza de reconciliarse con ella. Andrés intenta consolarlo, diciéndole que él también piensa que Digna se equivoca con su decisión.

Ambos reconocen que Pedro ha sabido manipular con habilidad: ha estado presente, ha mostrado empatía con los hijos de Digna y ha logrado ganarse la confianza de todos. Sin embargo, Andrés no deja que ese tema los distraiga. Le informa a su padre que ha decidido transferirle la tutela de Julia. Damián, sorprendido, reconoce que es un gesto inmenso que refleja el profundo amor de Andrés por su sobrina.

No obstante, Andrés pone límites desde el principio. Le deja claro a Damián que no permitirá que use a Julia como una pieza en sus disputas personales, como ya ocurrió en el pasado cuando impidió que la niña visitara a su abuela. La prioridad, recalca Andrés, es y será siempre el bienestar emocional y psicológico de Julia. Damián, conmovido y avergonzado, asiente en silencio. Sabe que esta vez su hijo tiene razón.

El episodio cierra con una reflexión poderosa de Andrés: todo está cambiando, y él está dispuesto a tomar las decisiones más difíciles con tal de proteger a la niña que tanto ama. Mientras tanto, María sigue en la sombra, decidida a no dejar que le arrebaten a Julia sin luchar.

Con este episodio, la serie se adentra en los dilemas más humanos: el amor, el sacrificio, la pérdida y la búsqueda de lo mejor para los que amamos, aunque nos cueste el alma.