Spoiler Alert: “Sueños de Libertad Capítulo 307 (¿Aceptará María vender las acciones que heredó de Julia?🔥🔥) – YouTube”
En el capítulo 307 de Sueños de Libertad, el juego de poder en torno a las acciones de Julia se vuelve más intenso y emocional, especialmente cuando Don Pedro intenta cerrar un trato decisivo con María. La historia arranca con una escena íntima en el mirador, donde María revive un recuerdo con Raúl. Él aparece de forma inesperada y, tras un beso lleno de sentimiento, le confiesa que está enamorado de ella. Aunque María se muestra cauta, reconoce que la manera en que él la mira la hace sentir viva y valorada, algo que no había experimentado en mucho tiempo. Su creciente relación se mantiene en secreto, pero la aparición de Manuela genera preocupación en María por haber sido descubierta.
Manuela informa que Don Pedro la espera en la fábrica. Cuando María llega, él la recibe con cordialidad pero con un objetivo claro: proponerle la compra de las acciones que heredó de Julia tras la muerte de Jesús. María, aún dolida por haber perdido la tutela de la niña, se muestra resistente a negociar. Sin embargo, Pedro juega su carta más fuerte: le ofrece el doble del valor de las acciones más una comisión, asegurándole que si se pone de su lado, ganará respeto entre los Reina y podrá garantizar el bienestar de Julia.
María se siente confundida. Ya había rechazado una oferta similar de Damián, pero las palabras de Pedro tocan una fibra sensible: le recuerda que ella no sigue en esa casa por necesidad, sino por el deseo de ser aceptada y valorada por la familia. Pedro intenta convencerla de que venderle las acciones le daría poder y dignidad, y además permitiría que Joaquín, Luis y él controlen la empresa, impidiendo que los Reina —especialmente Damián— interfieran.

Mientras tanto, Digna llega al despacho y Pedro le cuenta lo que ha hecho: ha hecho una oferta por las acciones de Julia. Ella se sorprende, preocupada por lo que eso significaría para su nieta. Pedro le asegura que el dinero quedará guardado para Julia hasta su mayoría de edad, y como medida compensatoria, planea dejarle sus propias acciones en herencia, considerándola parte de su familia ahora que su hijo ha muerto.
Digna duda, temiendo que Julia quede fuera de la empresa y sin voz en su propio legado. Pedro la tranquiliza, explicando que su intención es fortalecer a su “nueva familia”, en la que incluye a Irene, Claudia y Julia. Aunque Digna lo reprocha por no haberla consultado antes, él le promete que si ella no está de acuerdo, cancelará el trato. Al final, Digna, aún con reservas, acepta.
El capítulo deja en el aire la gran incógnita: ¿aceptará María la propuesta de Don Pedro y le venderá las acciones que le confió Jesús? La decisión no solo afectará su futuro en la casa de los Reina, sino también el equilibrio de poder en la empresa y el destino de Julia. El avance insinúa que las consecuencias de esta jugada serán profundas, tanto a nivel familiar como empresarial.
La tensión continúa creciendo, y los espectadores quedan a la espera de la respuesta de María, que podría cambiarlo todo.