*⚠️ SPOILER: Sueños de Libertad Capítulo 310 Completo (¿Begoña fuera? El ultimátum de María lo cambia todo 🔥🔥) – YouTube
En el capítulo 310 de Sueños de Libertad, la tensión familiar y emocional alcanza un nuevo punto de quiebre. María lanza un ultimátum que sacude por completo a los de la Reina y obliga a Andrés a tomar una postura firme. La estabilidad emocional de Begoña, su lugar en la familia y el control sobre las acciones de Julia están en juego.
Todo comienza con una escena aparentemente tranquila en el comedor de los Merino. Mientras desayunan, Luis intenta entablar conversación con Teo preguntándole si le gusta el fútbol, pero el niño, sin mucho interés, prefiere recordar los recreos junto a su tío. Gema y Joaquín llegan y Digna aprovecha para agradecerles que van a investigar sobre los terrenos que una vez pertenecieron a Jesús, en un intento de participar en la pugna por las acciones de Julia.
La atención luego se traslada a la cantina, donde Claudia y Tita Manuela desayunan. Un sutil coqueteo entre Claudia y Gaspar no pasa desapercibido. Tita, siempre atenta, nota el interés de Claudia por Raúl y lanza una advertencia: Raúl tiene fama de mujeriego. La tensión sube, pero se mantiene en el aire como una amenaza latente.
En casa de los Reina, Luz ha pasado la noche estudiando medicina, y Teo muestra interés por los temas del corazón, insinuando su deseo de entender cómo murió su madre. Una llamada de su tío Marcial lo desestabiliza emocionalmente. Teo quiere volver con él y dejar la casa, sintiéndose observado por todos. Su necesidad de autonomía y duelo choca con la sobreprotección que percibe a su alrededor.
En Casagrande, Luz comenta con Begoña lo que dijo Teo, y se plantea si Gema está dejando al niño procesar su dolor. Esto lleva a Begoña a reflexionar sobre cómo manejó la muerte de Jesús con Julia. En medio de estas emociones, Claudia se suma a Carmen en la tienda, ayudando con una entrega imprevista. Carmen intenta apoyarla, y Claudia termina abriéndose: Raúl le gusta más de lo que le gustaría admitir, pero aún no ha superado del todo la muerte de Mateo.
El verdadero punto de quiebre llega con el anuncio de Andrés, quien se reúne con su familia para contarles que María ha decidido no vender sus acciones a don Pedro. Pero no lo hace por dinero: su condición es clara y demoledora… quiere que echen a Begoña de la casa. El papá de la Reina y Marta consideran seriamente esta opción, incluso proponiendo que Begoña se mude a la casa del monte. Andrés, sin embargo, lo rechaza rotundamente: Begoña es el amor de su vida, y no permitirá que sea desplazada como si no significara nada.
María sostiene que si Begoña realmente se preocupara por Julia, se sacrificaría por su bienestar. Begoña, dolida pero digna, responde que está dispuesta a rogar si es necesario por el bien de su hija. Su amor por Julia está por encima de cualquier orgullo. El conflicto escala, y aunque Andrés está decidido a proteger a su pareja, la presión de su familia lo pone contra las cuerdas.
Mientras tanto, Gema atraviesa su propia tormenta emocional. En la tienda, comete un error con el cambio y le confiesa a Fina que se siente abrumada. Esperaba una maternidad diferente, desde el inicio, con un bebé, no con un niño que ya viene con heridas. Siente que está fracasando como madre adoptiva, y su frustración la hace dudar de sí misma. Fina, empática, le comparte su historia con Isidro, recordándole que a veces el amor no se ve de inmediato, pero se construye con el tiempo.
Julia, ajena al drama de los adultos, vive su propia realidad. Cuenta entusiasmada que en su obra de teatro todos la aplaudieron, y hasta María le lanzó flores. Su inocencia es un bálsamo en medio del caos. Begoña propone invitar a Teo a cenar para que tengan más contacto con niños de su edad, aunque Julia no quiere. Finalmente, acepta con algo de reticencia.

De vuelta en la tienda, Claudia ayuda a Carmen con la mercancía, pero su mente sigue en Raúl. Confiesa que lo que más le duele es que siempre se siente atraída por hombres que no pueden ofrecer exclusividad. Carmen intenta consolarla, recordándole que se merece alguien que la elija sin dudar. Claudia reconoce que Mateo fue ese hombre, y su ausencia todavía pesa mucho.
El episodio culmina con una discusión intensa: Andrés le revela a Begoña la propuesta de María y la alternativa de mudarse. Aunque él quiere protegerla y quedarse a su lado, la presión de su familia y la necesidad de asegurar el futuro de Julia lo colocan en una situación desgarradora. Begoña sugiere que lo enfrenten juntos, dejando en claro que no se rendirá tan fácilmente.
María, por su parte, evalúa otras ofertas por las acciones, pero ninguna le convence tanto como la presión emocional que puede ejercer sobre los Reina. Está decidida a salirse con la suya, aunque para ello tenga que destruir lo que Andrés y Begoña han construido.
🔥 Momentos clave del capítulo 310:
- María impone una condición para no vender sus acciones a don Pedro: exige que Begoña se vaya de la casa.
- Andrés se niega a expulsar a Begoña, defendiéndola ante su familia.
- Begoña expresa su voluntad de sacrificarse por Julia, pero no acepta ser tratada como un estorbo.
- Teo quiere regresar con su tío, sintiéndose fuera de lugar en la casa.
- Claudia admite sus sentimientos por Raúl, aunque le pesa sentirse atraída por alguien inestable.
- Gema cuestiona su rol como madre, al enfrentarse con la dura realidad de criar a un niño que no la acepta aún.
- Fina comparte una historia personal que ayuda a Gema a comprender que el amor no siempre es inmediato.
- Julia, con su alegría infantil, contrasta con la tensión de los adultos, aportando un poco de luz en medio de la tormenta.