Sueños de Libertad Capítulo 323
(Digne y Don Pedro enfrentan obstáculos antes de la boda)
El episodio 323 de Sueños de Libertad nos sumerge en un mar de tensiones y emociones, justo cuando la esperada boda entre Digne y don Pedro parece acercarse… aunque no sin enfrentar duras pruebas antes de llegar al altar.
El capítulo arranca con Begoña, dominada por el temor. El sargento Potón le ha ordenado que no salga de casa hasta hablar con ella, generándole ansiedad por lo que podría implicar: ¿una posible detención? Mientras tanto, Cristina continúa involucrándose con las perfumerías de los Reina. Aunque pone gran atención en todo, su falta de experiencia práctica la pone en evidencia en el laboratorio de Luis, quien no tiene reparos en hacérselo saber. A pesar del golpe, Cristina no se rinde y decide esforzarse el doble.
En paralelo, Irene se inquieta al escuchar una conversación entre Tazo y Carmen. Descubre que Tazo, dolido por cómo lo han tratado, no quiere asistir a la boda. Irene decide informar a Pedro, quien intenta intervenir, sabiendo que contar con Tazo ese día es crucial.
Lejos de los preparativos, doña Clara toma una decisión trascendental: dejar Toledo para volver a Madrid. Aunque la despedida le resulta difícil, siente que este capítulo de su vida le ha abierto los ojos. Ahora valora más las relaciones personales, y ve en Fina una figura esencial para la armonía entre Marta y Pelayo.
En la casa de los Meninos, la boda se organiza a todo ritmo. Incluso Teo, para sorpresa de todos, participa con entusiasmo, integrándose poco a poco en esta nueva familia. Cuando Digne se entera de que Begoña ya no es considerada sospechosa de la muerte de Jesús, siente alivio. Sin embargo, permanece cauta: sabe que la investigación no ha concluido y que cualquier giro podría cambiarlo todo.
Pero uno de los obstáculos más duros viene del plano espiritual. El padre Agustín, párroco de la colonia, insiste en que Digne y Pedro deben confesarse antes de casarse. Aunque parece un simple requisito religioso, para Digne representa una carga emocional abrumadora. Arrastra culpas por su pasado y teme que una confesión completa pueda alterar para siempre su destino.
Pedro, al tanto del conflicto interno de su prometida, intenta evitar que Digne se acerque al sacerdote. Para él, revelar ciertas verdades podría poner en riesgo todo lo que han construido y frustrar sus planes de comenzar una nueva etapa juntos. Es una batalla entre la necesidad de redención y el temor a perderlo todo.

A su vez, Marta y Fina discrepan sobre la boda. Marta teme que su tía esté cometiendo un error, mientras que Fina defiende la relación y confía en que Digne es feliz con Pedro.
María, en un último intento desesperado, trata de evitar su salida de la casa de los Reina, pero el destino no le sonríe: sus esfuerzos son en vano. La caída de María parece imparable.
En otro frente, el pasado de Damián vuelve con furia. Recibe una carta de su hermano Bernardo, escrita desde el rencor y el dolor. Bernardo lo acusa de haberlos abandonado en un momento crítico, lo que lo llevó a rodearse de personas peligrosas. Lo culpa de la enfermedad y posterior muerte de su esposa, afirmando que vivir bajo la sombra de un hermano tan egoísta la destruyó.
La misiva no deja espacio para reconciliaciones. Bernardo reniega de su vínculo fraternal, lo llama simplemente “Damián” y le lanza una maldición cargada de desprecio. Le desea la soledad absoluta como castigo por su frialdad y ambición.
Este episodio es un torbellino emocional:
- Una boda que podría no celebrarse si las culpas salen a la luz,
- Una confesión que puede cambiarlo todo,
- Un hermano que desea venganza y
- Una mujer que, pese a perderlo todo, no se rinde.
Cada personaje camina sobre una cuerda floja, y cualquier paso en falso puede traer consecuencias irreparables.