⚠️ Spoiler: “Sueños de Libertad – Avance del capítulo del jueves 3 de julio”
En el capítulo que se emitirá este jueves 3 de julio, la tensión en Sueños de Libertad alcanza niveles insostenibles. Joaquín, superado por el remordimiento, cae en una profunda crisis emocional al comprender que puso en duda injustamente a don Pedro. La culpa lo consume, y su estabilidad mental comienza a tambalearse, justo cuando Pedro lanza una nueva falsedad que lo desorienta aún más.
Lejos de calmar la situación, Pedro utiliza este momento de fragilidad para afirmarse como el único capaz de proteger a Digna, convirtiéndose en un supuesto salvador. Se presenta como el único escudo que puede impedir que ella termine entre rejas, ejerciendo un control emocional que hunde aún más a los Merino en un juego psicológico perverso. A través de insinuaciones cuidadosamente medidas y promesas manipuladoras, Pedro reafirma su dominio, mientras que Joaquín se siente cada vez más traicionado… por Pedro, pero sobre todo por sí mismo.
En paralelo, Marta recibe con inquietud la noticia de la ruptura entre Begoña y Andrés. Esta separación inesperada genera un ambiente de tristeza e incertidumbre, especialmente por el estado delicado de María, que aún necesita cuidados intensivos. Andrés, aunque herido, valora el gesto de Begoña al encontrar una cuidadora para su madre y reconoce el acto como algo noble, a pesar del fin de su relación.
Por su parte, Digna sigue afectada por la cena familiar, con su salud emocional en declive. Pedro intenta tranquilizarla con una actitud cariñosa que esconde un claro intento de manipulación. Sin embargo, Irene, testigo de la escena, ya no puede quedarse callada y enfrenta a su cuñado con valentía. Le exige que deje de controlar a Digna y detenga sus mentiras. La tensión entre ambos es tal que basta una chispa para hacer estallar el conflicto.
Mientras tanto, Carmen se enfrenta a Gaspar con dureza por haberle dado un puesto a Chema que ella considera injustificado. La discusión revela la existencia de otra vacante que podría resolver el conflicto, pero la herida del favoritismo ya está abierta. Las discusiones, silencios y reproches flotan en el aire, empujando a los personajes a decisiones que podrían cambiar sus destinos.
En un momento de frialdad escalofriante, Pedro se jacta ante Irene de haber destruido por completo la voluntad de Joaquín. Cree haber eliminado cualquier posibilidad de que el joven reclame el puesto de director. Irene, horrorizada por la crueldad de su cuñado, empieza a distanciarse emocionalmente, sabiendo que el poder que Pedro ejerce está llegando a un punto de no retorno.
La llegada de Gabriel a la fábrica activa una nueva amenaza. Con actitud decidida, comienza a revisar los aspectos legales de la empresa, lo que pone nervioso a Pedro. Temiendo lo peor, le ordena a Irene que lo vigile de cerca. Ella, con creciente desconfianza, accede, aunque sabe que esa decisión la aleja aún más de la familia que creía conocer.
Por otro lado, Ariel intenta acercarse a Cristina con una actitud seductora, buscando información de manera encubierta. Cristina, halagada pero confundida, le responde con cierta cercanía, sin sospechar del todo sus intenciones. Desde la distancia, Luis observa la escena y percibe el riesgo: hay algo más en juego que simples coqueteos, y lo que está por venir puede afectar a todos.
La tensión se intensifica cuando Gabriel se encuentra con María y le lanza insinuaciones cargadas de resentimiento. Ella, aún afectada por su frágil estado de salud, le exige que hable con claridad. Es entonces cuando Gabriel, presionado por su firmeza, revela finalmente su plan: quiere robar todas las fórmulas de perfumería de la Reina y destruir a la familia M. desde dentro.
Con este capítulo, Sueños de Libertad deja claro que las máscaras están cayendo. La lucha por el poder, la manipulación emocional, las traiciones y los secretos se entrelazan para formar un episodio cargado de intensidad, donde cada palabra y cada gesto pueden definir el destino de sus protagonistas.