⚠️ Spoiler de “Sueños de Libertad”: Gabriel juega sucio, Teo planea huir y la verdad amenaza con salir a la luz ⚠️

Las emociones no dan tregua en los próximos capítulos de Sueños de Libertad. Gabriel sigue actuando como un maestro del engaño, motivado por su ambición desmedida y su necesidad de controlar a los demás. Esta vez, sus acciones podrían destruir por completo la reputación profesional de Cristina, todo con el fin de seguir manipulando a quienes lo rodean, especialmente a Begoña, de quien cree estar cada vez más cerca… aunque la realidad podría ser muy distinta.

Todo comienza con una escena aparentemente tranquila en la casa de la familia Reina. Gabriel se encuentra solo, cómodo con una copa en la mano y su clásica actitud confiada. Al oír la puerta, sabe que Begoña ha llegado. Con cortesía envenenada le ofrece una copa, que ella acepta, aunque claramente mantiene una actitud distante. Él intenta iniciar una conversación casual preguntando por Julia, a lo que Begoña responde fríamente que está cenando con Digna y Teo. Se acomoda, pero se nota que algo la inquieta.

Gabriel no deja pasar la oportunidad para acercarse más y, con un tono seductor, menciona que no la ha visto en todo el día. Ella, firme, le lanza una respuesta que lo descoloca: “Yo sí te vi, en la cantina, con Cristina.” Aunque él intenta disimular, la incomodidad se percibe. Begoña menciona que se los veía “muy compenetrados”. Gabriel se ríe y minimiza la situación asegurando que solo son amigos, pero ella retruca: “Eso no es lo que piensa la gente”. La tensión sube de tono.

Gabriel cambia su actitud y habla con mayor seriedad. Le dice que lo que hubo entre él y Cristina fue solo un error, que ella terminó su compromiso porque desea concentrarse en su carrera, y que además, Cristina no es su tipo. Intrigada, Begoña le pregunta entonces cuál es su tipo. Él responde con ambigüedad: no es algo que pueda explicarse con palabras, sino una sensación, una certeza en la mirada. “Hay miradas que no mienten”, añade, y le lanza la pregunta directa: “¿Me crees?”. El silencio de Begoña es revelador. Incómoda, se pone de pie, se excusa con una mentira y se va. Gabriel queda solo, con una sonrisa enigmática que dice mucho más de lo que muestra.

Mientras tanto, en otro rincón de la historia, Teo atraviesa una crisis emocional silenciosa. Su comportamiento distante llama la atención de Digna, quien le pide a Julia que hable con él. Con su ternura habitual, Julia se acerca e intenta conectar. Le pregunta si le ha pasado algo, pero Teo, molesto, responde a la defensiva, acusándola de haber mentido, de fingir estar ahí por voluntad cuando, en realidad, fue enviada porque sabían de sus problemas.

Teo se quiebra: extraña profundamente su pueblo y a su tío Marcial. “Ese es mi hogar. No este”, dice con la mirada baja. Julia intenta hacerle ver que ahora no está solo, que está rodeado de personas que lo quieren, pero él está decidido: no quiere solo visitar a su tío, quiere irse a vivir con él. La conversación se torna aún más delicada cuando Julia nota algo extraño: la ropa de Teo ha desaparecido. Alarmada, le pregunta si planea escaparse. Él, nervioso, le pide que no diga nada. Confiesa que ya tiene el dinero para el pasaje y que planea sorprender a su tío enfermo. Cree que su presencia podría animarlo.

Julia intenta razonar con él. Le pregunta cómo reaccionarían sus seres queridos al notar su ausencia. Le suplica una explicación: “¿Por qué haces esto, Teo? ¿Qué te han hecho?”. Con lágrimas en los ojos, él solo le pide que no lo traicione: “No estoy bien aquí, Julia. Necesito irme”.

Mientras Julia lidia con el conflicto interno entre guardar el secreto de Teo o protegerlo, Gabriel ejecuta su jugada más peligrosa hasta ahora. Aprovechando la noche, entra sigilosamente en el laboratorio de la fábrica. Tiene un objetivo claro: alterar la fórmula de una nueva línea de productos. Lo hace sin titubeos y desaparece como si nada hubiera pasado. Lo que nadie sabe es que la última persona que trabajó con esa fórmula fue Cristina. Ella debía transcribirla, lo que la convierte automáticamente en la principal sospechosa si algo sale mal.

Gabriel ha planeado todo para que parezca un accidente y dejar a Cristina expuesta. Una maniobra cobarde y calculadora que podría arruinarle la carrera. Ahora queda por ver si Cristina podrá demostrar su inocencia o si el peso de la culpa injusta caerá sobre ella.

Y mientras esto ocurre, surgen muchas preguntas que mantienen en vilo a los espectadores:
— ¿Tomará Julia la decisión de contar la verdad sobre el plan de fuga de Teo?
— ¿Teo logrará escapar sin ser detenido?
— ¿Alguien lo impedirá antes de que cometa un error irreversible?
— ¿Cristina podrá demostrar que no fue responsable del sabotaje en la fábrica?
— ¿Y qué ocurrirá con Begoña? ¿Caerá en las redes de Gabriel o logrará ver su verdadera cara antes de que sea demasiado tarde?

El drama se intensifica y las decisiones que tomen los personajes marcarán un antes y un después. Los invitamos a compartir sus teorías en los comentarios. ¡Gracias por seguirnos y vivir cada emoción con nosotros en Sueños de Libertad!