Spoiler: “Hola a todos, hoy estamos aquí con un nuevo vídeo de adelantos de Sueños de Libertad para la semana del 21 al 25 de julio de 2025. Les mostramos el adelanto completo semanal”

La próxima tanda de capítulos arranca con el regreso inesperado de Marta a la colonia. Después de cancelar el viaje a Londres que, en teoría, iba a abrirle la puerta a la maternidad junto a Pelayo y Fina, decide plantarse: no quiere seguir alimentando una mentira que la anula. Su prioridad ahora es hablar a corazón abierto con Fina y dejar claro que, sin sinceridad, su relación corre el riesgo de desdibujarse. En su interior late la certeza de que, cuando los secretos gobiernan, la identidad acaba diluyéndose.

Mientras tanto, Gabriel vuelve a demostrar que la paciencia calculada es su marca personal. Tras una conversación distendida con Begoña sobre su excursión por el bosque, insiste —una vez más— en organizar otro encuentro. Ella, saturada por su insistencia, opta por frenar con educación. Desde la distancia, María lee la escena y se convierte en estratega: sugiere a Gabriel que, si realmente quiere conquistar a Begoña, debe acercarse a través de Julia, la verdadera llave del corazón de su cuñada.

En paralelo, Irene se desmorona. Haber confesado a Cristina que es su madre biológica le ha abierto un abismo: teme haber perdido para siempre a su hija. Necesita sostén y acude a Pedro y Digna. Pedro, incapaz de filtrar la crudeza, la recrimina; Digna, firme y protectora, la cobija. A la misma hora, Cristina, desorientada, llama a doña Ana con una sola pregunta: “¿Soy adoptada?”. El silencio al otro lado del teléfono se convierte en la confirmación más dura.

La tensión atraviesa también los pasillos de Perfumerías de la Reina. El sabotaje de Gabriel ha dejado a la empresa sin lirio, y la producción —no solo del nuevo perfume aniversario, sino de otras líneas— está paralizada. Al mismo tiempo que provoca la crisis, Gabriel se postula como salvador: promete un suministro de materia prima, pero a un coste que solo él considera asumible. La jugada le reporta confianza… y abre los ojos de Andrés, que empieza a atar cabos.

Pelayo, por su parte, descubre que la presencia constante de Fina constituye un obstáculo para sus ambiciones políticas y presiona a Damián para que la aparte elegantemente. En la fábrica, Andrés detecta maniobras turbias y acaba encarándose con su padre al descubrir que ha manipulado a Cristina e Irene como parte de su guerra soterrada contra don Pedro.

Siguiendo el consejo de María, Gabriel se gana a Julia con facilidad: la complicidad brota espontánea. Begoña observa la escena y se siente satisfecha, ajena a los verdaderos objetivos del abogado. Ese mismo día llega doña Ana a la colonia dispuesta a dar explicaciones. El encuentro con Cristina es desgarrador, pero necesario: por fin la joven escucha la versión completa de su historia.

La jornada culmina con un estallido de celos de Andrés al ver la buena sintonía entre Begoña y Gabriel. El abogado se victimiza y convierte la furia de su primo en un argumento que lo deja como el incomprendido.

Martes 22 de julio. Durante la comida familiar, Andrés intenta disculparse, pero su desconfianza hacia Gabriel pesa más que sus palabras. Begoña, cansada, lo compara con las actitudes posesivas de Jesús, golpe que lo desarma. En la fábrica, la junta de crisis enfrenta dos posturas: don Pedro y los Merino abogan por cancelar la fragancia; Damián se niega a claudicar. Gabriel aparece con una oferta de lirio francés carísima. Andrés huele la trampa: ¿quién provoca el incendio y después vende los extintores?

Al mismo tiempo, Luis se convierte en confidente de Cristina. Le pide que escuche a doña Ana antes de marcharse. Claudia intenta tender puentes entre madre e hija, pero el reencuentro fracasa: Cristina no soporta el nudo emocional y vuelve a cerrar la puerta.

Julia hace las paces con Teo tras explicar que delató su huida por miedo a perderlo. La amistad, al final, prevalece. Andrés visita a Marta en busca de claridad. Ella le advierte que sus celos pueden distorsionar la realidad y le ruega que permita a Begoña decidir por sí misma. Poco después, Begoña confiesa a Andrés que don Pedro negó ayuda a Diosdado, detonante del robo al dispensario. La indignación de Andrés da un nuevo giro a su guerra personal con el empresario.

Miércoles 23 de julio. Convencido de que algo más grande se esconde tras la fachada, Andrés redobla su investigación sobre Gabriel. Descubre que su primo salió al amanecer con María bajo el pretexto de un paseo por el bosque. Su recelo crece cuando nota la conexión cada vez más estrecha entre ellos. María, de vuelta tras visitar a un neurólogo y demostrarse a sí misma que el movimiento en su pierna es real, se apoya en Gabriel y sueña con una venganza conjunta contra los de la Reina. Esta alianza despierta sospechas en Begoña, que empieza a vigilarlos de reojo.

En el laboratorio, Raúl continúa sumido en la tristeza por su ruptura con María. Gaspar, Manuela y Claudia planean un torneo de dominó sorpresa para levantarle el ánimo. Sin embargo, la tensión sentimental de Claudia la obliga a retirarse a mitad de partida, dejando a Raúl descolocado.

Doña Ana irrumpe en el despacho de Irene para recriminarle haber destapado la verdad. Irene, exhausta, solo encuentra apoyo incondicional en Damián. Él, cada vez más hechizado por el carisma de Gabriel, no imagina la telaraña que se va tejiendo a su alrededor.

La bomba estalla cuando Gabriel descubre que Andrés lo espía: la confrontación llega sin filtros. Con voz fría, Gabriel desliza una amenaza “amistosa” y deja claro que no tolerará intromisiones.

Jueves 24 de julio. El desayuno familiar parece ordinario, pero las miradas hablan. María irradia una nueva energía, alimentada por la complicidad con Gabriel. Julia, fascinada con su “tío”, planea aventuras que encrespan a Andrés. Su intento de apartar a la niña fracasa y lo deja en evidencia. Begoña observa, confundida; Gabriel maniobra con habilidad para aparecer como el adulto comprensivo.

Cristina anuncia que piensa marcharse de la colonia: la herida con Irene supura. Luis intenta retenerla; ve en ella un talento esencial para la casa de perfumes. Damián, harto de la guerra entre sus sobrinos, decide morder el problema: encarga a Andrés la misión casi imposible de conseguir lirio. Gabriel sonríe: su rival queda atrapado en una tarea destinada al fracaso.

Pelayo, presionado por don Pedro, acepta investigarlo. El hombre de negocios le entrega las cartas del difunto Bernardo, conscientes de que en ellas se esconde la semilla del rencor que alimenta las acciones de Gabriel. En la fábrica, Fina muestra a Gema unas fotos de Teo: sus compañeras detectan un talento fotográfico que quizá abra una puerta inesperada.

Al anochecer, una tormenta sorprende a Gabriel y Julia en el campo. Regresan empapados pero radiantes. Begoña se conmueve al ver la felicidad de su hija; Gabriel aprovecha para un gesto íntimo que Andrés escucha a través del teléfono descuelgado. El rugido de los celos vuelve a escena.

Viernes 25 de julio. Andrés, al límite, acusa a Gabriel de manipular a todos. Begoña, por primera vez, se posiciona claramente: defiende a su primo y deja a Andrés sin argumentos visibles. La brecha entre el matrimonio se agranda. Ese mismo día, Gaspar amanece eufórico tras pasar la noche con Manuela, pero ella se siente presa de la culpa y confiesa su antigua relación con don Agustín. La revelación amenaza con enfriar la llama recién encendida.

El juicio por el robo al dispensario se adelanta y Gabriel, al lado de Begoña, elabora una defensa a contracorriente de los intereses de don Pedro. Su firmeza aumenta la confianza de la joven, aunque ambos temen a qué precio.

Pelayo continúa husmeando en el pasado de Gabriel y descubre que las cartas de Bernardo apuntan a una venganza larvada durante años. Al mismo tiempo, Luis recibe malas noticias de Joaquín: no hay forma de recuperar la producción del perfume aniversario… salvo que se use una base creada por Cristina inspirada en Ana. Esa fórmula podría salvar la situación si la joven decide quedarse.

Luz, conmovida por la historia de Irene y Cristina, comparte con la muchacha sus propias cicatrices para invitarla al perdón. Finalmente, Irene, decidida a vivir, acepta la invitación de Damián a salir fuera de la colonia, aunque sabe que el descubrimiento de don Pedro podría desatar otra tormenta.

Con alianzas mudando, secretos al borde de la explosión y corazones enfrentados entre el deseo y el deber, la semana del 21 al 25 de julio en Sueños de Libertad promete sacudir cada cimiento de la colonia y de Perfumerías de la Reina. ¿Quién logrará mantenerse en pie cuando la verdad termine por desplomarse sobre todos?