Sueños de Libertad 298 completo – ¿Marta y Pelayo discuten sobre su pasado, sobrevivirá su matrimonio?

En el capítulo 298 de Sueños de Libertad, las tensiones emocionales, los secretos del pasado y los conflictos de intereses se entrelazan para poner a prueba los vínculos más importantes de varios personajes. La narrativa gira principalmente en torno a dos frentes: el creciente conflicto entre Marta y Pelayo, y las dudas éticas que comienzan a surgir en torno al proceso de adopción liderado por Don Curita.

Todo comienza en la casa de los Merino, donde Gema se despierta molesta con Joaquín por no haberla despertado a tiempo. Su malestar va más allá de eso: confiesa que tiene serias dudas sobre la adopción y que quizás deberían considerar alternativas. Aunque Joaquín intenta minimizar la situación explicando que solo han hecho “donaciones” al orfanato, Gema se mantiene firme, señalando que los métodos de Don Curita no son tan transparentes como parecen.

En paralelo, Marta y Pelayo protagonizan un cruce cada vez más tenso. Pelayo se queja del desinterés de Marta y le reprocha no haberse emocionado por su regreso. En medio de una conversación sobre negocios y espionaje, Marta menciona que han contratado al mismo investigador que los descubrió besándose en el parque, algo que sorprende a Pelayo y lo incomoda visiblemente.

Por otro lado, Gema le explica a Joaquín cómo Don Curita manipula a jóvenes embarazadas para que entreguen a sus hijos en adopción. Aunque Joaquín intenta defender el sistema como una “facilitación”, al final termina cediendo a la presión y acepta buscar opciones más transparentes.

La tensión entre Pelayo y Marta escala rápidamente cuando él le lanza un duro reproche por no haberle contado antes sobre una foto de Fina que podría arruinar su carrera política. Marta le responde que él ya sabía cosas peores, como el paso de Fina por el calabozo o las pintadas en la fábrica. Pelayo, obsesionado con su imagen pública, minimiza los hechos y sugiere que Marta no está haciendo lo suficiente para protegerlo.

La discusión se intensifica. Marta le asegura que su padre destruyó las fotos incriminatorias, pero Pelayo no está convencido de que no existan más copias. Su actitud arrogante lleva a Marta al límite. Cuando él sugiere que su matrimonio es “un mal negocio”, ella responde con ironía, dejándolo con el orgullo herido.

En otro frente, Andrés se entera por Damián de que contrataron al mismo investigador de antes para espiar a Don Pedro. Mientras Andrés se preocupa por las implicaciones personales, Pelayo solo piensa en su reputación política. Damián justifica la decisión alegando profesionalismo y discreción.

Don Curita, por su parte, visita a Joaquín para continuar con el proceso de adopción. Joaquín, con cierta desconfianza, insiste en asegurarse de que la madre biológica no esté siendo manipulada. Aun así, le entrega un sobre con dinero, teóricamente para arreglos en el orfanato, pero Don Curita deja caer que será necesario más. Irene, al escuchar la conversación, revive su propio dolor: la hija que dio en adopción.

En una escena íntima, María acompaña a Raúl al dispensario, donde se encuentran con Claudia. María intenta disculparse con la madre de un bebé que llevó a pasear, pero se entera de que casi la denunciaron, y que fue la doctora Borrel quien intervino para evitarlo.

Irene, en su propio drama, llora ante Don Pedro. Afligida, le confiesa que no deja de pensar en la hija que entregó en adopción y que quiere encontrarla. Don Pedro, sin embargo, le pide que no lo haga, asegurando que sería más doloroso para ambas.

La historia vuelve a Marta y Pelayo, en una especie de reconciliación forzada. Pelayo llega con bombones, intentando suavizar las cosas. Admite que su matrimonio es más una fachada que otra cosa, pero le pide a Marta que no lo arruinen con más errores. Marta, firme, le recuerda que Fina siempre fue parte de su vida, algo que Pelayo acepta, aunque a regañadientes.

Una bomba estalla cuando Marta le revela a Fina que su padre, Andrés, fue quien contrató al investigador que las chantajeó anteriormente. Fina, alarmada, teme que aún existan copias de aquellas fotos comprometedoras. Aunque Marta insiste en que los negativos fueron destruidos, Fina no se siente segura.

Más tarde, Marta planea una pequeña escapada con Fina a la Mafinca para desconectar. Todo parece ir bien… hasta que el investigador reaparece, generando incomodidad en Marta, lo cual no pasa desapercibido para Fina.

Mientras tanto, se anticipan nuevos giros: Irene parece dispuesta a desafiar el consejo de Don Pedro y buscar a su hija. El investigador podría alterar los planes de fuga de Marta y Fina. ¿Lograrán escapar a tiempo? ¿O el pasado volverá a alcanzarlas?

El episodio termina dejando múltiples frentes abiertos, con tensiones al límite y decisiones que podrían cambiar el destino de todos.