Spoiler: “¿Qué es eso que huele tan familiar? El deseo prohibido entre dos personajes estalla en medio de secretos, ausencias y preocupaciones”
En los pasillos de La Promesa, un aroma familiar despierta los recuerdos de una noche que marcó profundamente a dos personajes. La loción que uno de ellos solía usar en el baile de los Ballester se convierte en el detonante de una conversación cargada de nostalgia, deseo y advertencias. Ambos recuerdan perfectamente lo que pasó esa noche y, pese a las advertencias de que están jugando con fuego, no pueden evitar rendirse al deseo mutuo. “¿No te gusta?”, pregunta uno con picardía. “Me ha encantado”, responde el otro. El problema no es la falta de sentimiento, sino el riesgo de ser descubiertos. Las visitas a ese cuarto se han vuelto habituales y peligrosas. Aun así, la atracción entre ellos es innegable.
Esta vez, sin embargo, no podrán verse. Uno de ellos debe quedarse a cuidar a Andresito para evitar que su hermanita Rafaela, que está enferma, lo contagie. A pesar de la distancia que eso impone, la complicidad entre ambos sigue viva. Incluso el miedo a cuidar de un bebé tan pequeño se convierte en motivo de ternura. El temor a lo impredecible de un recién nacido —ese ser pequeño, adorable, pero caótico— provoca una divertida discusión. “Son como tigres de bengala”, dice uno exagerando, mientras el otro lo acusa de dramatismo.
Aun con la separación momentánea, el afecto no se enfría. El plan está claro: un biberón preparado por doña Simona, el apoyo de María Fernández y la seguridad de que Andresito es un niño tranquilo. Todo parece bajo control, pero una preocupación más grave se cierne sobre el ambiente: la ausencia de López.
El silencio que ha rodeado su partida empieza a generar sospechas. Primero fue Vera, quien expresó su inquietud. Ahora, su pareja también se muestra preocupado. ¿Dónde está López realmente? Se suponía que había salido para participar en un curso con un renombrado chef que estaría de paso por Andalucía, pero su ausencia se alarga demasiado. Ambos se preguntan si ese viaje esconde algo más que una simple oportunidad profesional.
La duda queda flotando entre ellos, mientras la música de fondo y las miradas cargadas de emociones indican que los secretos y el deseo seguirán presentes en los próximos capítulos. La tensión se mantiene viva, y lo que parecía una simple noche más en La Promesa, podría ser el comienzo de un nuevo giro en esta historia donde el amor, la mentira y el peligro se entrelazan a cada paso.