Título: “Ángela en la encrucijada: el regreso forzado y un oscuro secreto”
La angustia se apodera de Curro al ver a Ángela prepararse para partir. Ella intenta despedirse con rapidez, pero él no puede quedarse callado. La confronta con el corazón en la mano: si supiera que se va por decisión propia, para seguir su carrera, aunque le doliera, lo aceptaría. Pero lo que le destroza es saber que no es así. Curro percibe claramente que Ángela no está lista para regresar a Suiza, que su partida responde a presiones externas y no a un deseo genuino. Esa certeza lo consume.
La conversación entre ambos se vuelve cada vez más tensa y emotiva. Ángela, arrinconada, termina admitiendo que su madre es quien la está obligando a irse. Pero no solo eso. Lo que revela a continuación deja a Curro totalmente desconcertado: tanto su madre como el capitán desean que ella vaya a la casa del marqués de Andújar. Ese mismo hombre que en el pasado la hirió, ahora le envía bombones y una carta con una fingida disculpa, y el capitán considera que sería buena idea que ella lo visite para “arreglar” la situación.
Curro, furioso, no da crédito a lo que escucha. ¿Cómo es posible que su madre esté de acuerdo con semejante idea? Ángela trata de justificarse, diciendo que el acuerdo con su madre era que si se iba a Suiza, al menos evitaría volver a enfrentarse a ese hombre. Pero la decisión la está destrozando por dentro.
Con una mezcla de rabia y ternura, Curro le promete a Ángela que no permitirá que el marqués vuelva a dañarla. Está decidido a encontrar una salida, a impedir que se vea obligada a revivir ese infierno. La desesperación da paso a una determinación férrea: no está solo en esto, lucharán juntos.
Ella duda, teme que no haya escapatoria, pero Curro le toma las manos con firmeza y le asegura con convicción: “No voy a permitir que ese desgraciado vuelva a tocarte. Te lo prometo. Nada te va a pasar.”
Así, la escena deja en el aire una promesa cargada de amor, dolor y resistencia. El futuro de Ángela pende de un hilo, pero Curro está dispuesto a todo por protegerla, incluso si eso significa enfrentarse a su propia familia o desafiar las órdenes del capitán. Lo que está en juego no es solo un viaje o una carrera, sino la libertad de una mujer que ha luchado demasiado para rendirse ahora.