Spoiler: Innovación en el taller y tensiones con Leocadia amenazan con estallar en La Promesa
El equipo técnico de La Promesa se encuentra inmerso en un momento clave: una idea brillante podría revolucionar por completo el diseño de motores para aviación. En una conversación cargada de entusiasmo, Toño y Enora analizan la propuesta con rigor y emoción. El rediseño permitiría una mayor entrada de aire al motor, lo que optimizaría su rendimiento. Técnicamente, todo apunta a que funcionaría, y de ser así, no solo se lograría un avance extraordinario en el taller, sino que además se ganaría el favor de la exigente jefa… aunque el nombre de dicha jefa provoque un giro inesperado.
Enora menciona con ironía a doña Leocadia como la responsable a quien esperan complacer. Esto no pasa desapercibido para el resto, que se muestran sorprendidos y molestos por su repentina intervención. Enora explica que Leocadia apareció sin previo aviso en el hangar y cuestionó duramente su contratación, alegando su posición como socia mayoritaria de la empresa. La escena fue tensa y desagradable, y dejó en claro que Leocadia no tiene reparos en entrometerse incluso en áreas técnicas que no domina.
El equipo reacciona con indignación. La presencia de Leocadia en el hangar no solo se percibe como inadecuada, sino como una intromisión directa en procesos que deberían estar exclusivamente en manos de los ingenieros y técnicos. Para algunos, su actitud arrogante ya ha cruzado demasiadas líneas. Enora intenta restarle importancia, convencida de que Leocadia solo quiere ver resultados y obtener beneficios, sin entender realmente lo que ocurre detrás del desarrollo tecnológico.
Sin embargo, no todos están dispuestos a tolerar su presencia silenciosamente. Uno de los miembros del equipo advierte que es hora de poner límites. La paciencia comienza a agotarse, y aunque algunos piensan que la mejor manera de callar a Leocadia es mostrando avances y entregando resultados, otros consideran que ha llegado el momento de dejarle claro que el taller no es su campo de dominio.
Entre la innovación técnica y las fricciones personales, la tensión en el taller se eleva. Lo que comenzó como una jornada prometedora de avances podría terminar en un enfrentamiento directo con la mujer que cada vez acapara más poder en La Promesa. Leocadia no solo pone el dinero, ahora también quiere controlar el proceso… y eso amenaza con romper el delicado equilibrio que mantiene a flote este ambicioso proyecto.
En los próximos capítulos, el desarrollo del motor será tan determinante como las relaciones personales que lo rodean. ¿Lograrán completar su diseño sin más interferencias? ¿O Leocadia acabará saboteando, sin querer o queriendo, uno de los avances más importantes de la hacienda? El taller, más que nunca, se convierte en el escenario de una batalla entre la ciencia y la ambición.