⚠️ SPOILER – “La Promesa”: El regreso de Rómulo desata un escándalo imparable y desenmascara a Cristóbal
En los próximos episodios de La Promesa, los pasillos del palacio de los Luján se sacudirán con el regreso más esperado: Rómulo reaparece tras meses de ausencia y lo hace con una verdad devastadora. Con un nuevo aspecto y una actitud decidida, el antiguo mayordomo no vuelve por nostalgia, sino con pruebas que cambiarán el destino de todos. Su objetivo es claro: desenmascarar a Cristóbal Ballesteros ante el marqués y todo el personal.
El ambiente comienza a tensarse antes de su llegada. Los criados perciben comportamientos extraños: Cristóbal frecuenta a escondidas los aposentos de Leocadia, evita las comidas comunes y desaparece durante horas en el ala noble. María Fernández será la primera en notar algo raro: descubre sombras, risas y movimientos sospechosos cuando lleva sábanas limpias. Confundida y preocupada, decide compartirlo con Teresa y luego con el padre Samuel.
El sacerdote, inicialmente reacio, le pide no alimentar rumores, pero María insiste: teme que se repita lo que pasó con Cruz y con Pía, que desaparecieron entre secretos. Sus palabras, cargadas de emoción, exponen su frustración: “Perdí a mi mejor amiga por no haber hecho nada”. Samuel, aunque no lo admite del todo, también desconfía de Leocadia.
Pero antes de que puedan decir más, aparece Petra, interrumpiendo con su habitual tono autoritario. La tensión sube hasta que Cristóbal irrumpe, imponiéndose con voz firme. Desautoriza a Petra en público, recordándole que él da las órdenes, y deja claro que algo ha cambiado en la jerarquía del palacio.
Tras este enfrentamiento, Cristóbal se dirige directamente a Leocadia, quien lo espera con una copa de vino y un nuevo plan. Ella ordena comenzar el sabotaje del palacio desde dentro: comidas arruinadas, errores en la lavandería, confusión general. Todo orquestado con precisión para desestabilizar el sistema y sembrar el caos. Además, da una orden aún más siniestra: hacer desaparecer una carpeta azul con contratos importantes del marqués.
La misma noche, los efectos del sabotaje se hacen sentir. Los nobles reciben comida mal preparada, vino equivocado y postres congelados. Petra, cómplice silenciosa, finge confusión mientras todo comienza a desmoronarse.
Y entonces, llega el momento decisivo. Los caballos anuncian la llegada inesperada de una carroza. Es Rómulo. Su presencia paraliza a todos. Con paso firme, se dirige al interior del palacio, donde se enfrenta directamente a Cristóbal: “Tú no eres mayordomo. Eres un impostor y cómplice de Leocadia”.
El escándalo estalla. Alonso y Catalina bajan alarmados. Rómulo lo revela todo: Cristóbal vivía de favores oscuros en el pasado, fue amante de Leocadia y podría ser el padre de Ángela. Esta última, al oírlo, se conmociona. Leocadia intenta negar todo, pero las piezas encajan. María entra en escena y confirma: vio a Cristóbal entrar al despacho del marqués con una llave y pasar las noches en la habitación de Leocadia.
Petra intenta huir, pero Rómulo la detiene: también tendrá que rendir cuentas. Leocadia, acorralada, intenta jugar la carta de la víctima: “Lo hice por mi hija”. Pero Alonso, con la mirada helada, no cede. La acusa de mentirle, manipular al servicio y poner en riesgo a toda la casa.
Rómulo llama a la guardia, que ya había sido alertada por Samuel. Cristóbal intenta huir, pero es detenido. Leocadia queda temblando, sentada en las escaleras con su copa aún en la mano. Petra se retira en silencio, sabiendo que su caída también es inminente. Ángela, desde lo alto, observa todo con dolor y desconcierto.
Alonso, por fin, abre los ojos. Mira a Rómulo y asiente. Ha llegado el momento de limpiar La Promesa de todo lo que la corrompe. El juego ha terminado para Leocadia… pero ¿será este realmente el final de su influencia?
¿Y tú qué opinas? ¿Crees que Leocadia realmente hizo todo por amor a su hija o por ambición? ¿Y Alonso… estaba cegado por sus sentimientos? Déjalo en los comentarios.
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