📺 UNA NUEVA VIDA CAP 64 (ANTENA 3 ESPAÑA) – ¡SEYRAM REVELA LA VERDAD! – YouTube

En este impactante episodio de Una Nueva Vida, el capítulo 64 se sumerge en intensos reencuentros, viejas heridas y una verdad largamente esperada. Todo comienza en la mansión Corhan, donde Seyram se encuentra sola en la habitación de Ferit. Una inesperada visita rompe el silencio: Orhan y Gulgún llegan a verla. Gulgún la abraza con calidez, reconociendo el duro camino que ha recorrido. Seyram, aunque agradecida, prefiere posponer la conversación.

Gulgún intenta calmarla asegurando que ya no hay motivos para temer, pues todos están unidos contra un enemigo común. Orhan, conmovido, le agradece profundamente por su apoyo y se disculpa por todo el sufrimiento que ella y su familia vivieron por su causa. Seyram llora, pero le pide que se cuide y no permita que nada más lo dañe. Orhan promete hacerlo y le ruega que no abandone a Ferit, que no renuncie a ese amor que tanto han defendido.

Ella recuerda, con cierto dolor, cuando el mismo Orhan le pidió que se alejara de Ferit. Hoy, él le habla con honestidad sobre sus errores y le aconseja que no cometa decisiones impulsivas que puedan marcar su vida. Gulgún interviene para invitarla a bajar, recordándole que ya forma parte de la familia. Al bajar a la sala, la tensión es palpable.

Asuman reacciona con hostilidad al verla. No puede soportar su presencia, la culpa por los conflictos con Ferit y, lo más doloroso, por la muerte de su esposo. Seyram se disculpa sinceramente, pero Asuman no cede. Orhan entonces interviene, dejándole claro a todos que si hoy está ahí, es gracias a Seyram, y que nadie volverá a faltarle el respeto delante de él.

En ese momento, Latif anuncia la llegada de Ferit junto a Atu. La atmósfera se vuelve aún más tensa. Atu mira con frialdad a Seyram y le dice que más tarde tendrán que hablar. Luego, se dirige directamente a la habitación de Jalis, dejando a todos en suspenso.

Ferit, por su parte, recibe una llamada urgente de Shemus. Le informa que, junto a Sía, han localizado y golpeado al hombre detrás de todo el caos. Ferit quiere saber si habló, pero no han conseguido respuestas. Entonces Sía toma el teléfono y le exige que acuda junto a su padre. Solo enfrentando sus demonios, Orhan podrá liberarse. Ferit acepta, y aunque Orhan está visiblemente alterado, parten de inmediato.

Al llegar, encuentran a Okesh atado a una silla. Ferit, furioso, se lanza a golpearlo, pero Sía lo detiene. Le recuerda que esta batalla es de Orhan. Le entrega un palo y le pide que libere toda su rabia. Okesh, maltrecho, le dice a Orhan que no es su verdadero enemigo, que él sabe bien contra quién debería luchar. Orhan duda, tiembla, pero finalmente descarga toda su furia sobre Okesh.

De vuelta en la mansión, somos testigos de una escena muy distinta. Jalis y Hatuk, que estaban distanciados, comparten un momento íntimo. Él le habla del futuro, de la vida que aún pueden vivir juntos, y de cómo su amor no debe ser olvidado. Le muestra un cofre con un anillo y le propone matrimonio. Hatuk llora en silencio. No dice nada, pero el gesto lo dice todo. Jalis también llora, conmovido por esa emoción compartida.

Horas más tarde, encontramos a Seyram dormida en el sofá. Ferit llega y la despierta. Ella pregunta con ansiedad qué ocurrió. Ferit le responde que todo está bien, pero no entra en detalles. Seyram, inquieta, teme que le hayan hecho daño a alguien inocente. Ferit le asegura que, como ella defendió la inocencia de ese hombre, no le hicieron nada. No obstante, Seyram teme por represalias futuras.

Ferit intenta calmarla con un abrazo. Ella le dice que debe irse con su tía, pero él la detiene. Le confiesa que desconfía de su padre y no cree que haya sido ajeno a todo lo que hizo Okesh. Le recuerda que Suna tuvo razón al no seguirlo. Según Ferit, su suegro no ha cambiado, solo ha adoptado una nueva fachada. Seyram reflexiona, dolida y confundida.

Entonces Ferit se sincera del todo. Le pide una oportunidad para reparar el daño, sin exigir perdón inmediato. Seyram lo enfrenta: “Tú me engañaste”. Ferit baja la cabeza y empieza a contarle todo. Habla de aquella noche en la que, tras discutir con ella, se quedó con Pelín. Estaba borracho. Aunque intentó resistirse, no recuerda lo ocurrido. Días después, Pelín reapareció, diciendo estar embarazada. Ferit creyó su palabra.

Seyram, indignada, le dice que si no dudó de Pelín, fue porque en su mente sí era posible que hubieran estado juntos. Ferit admite su estupidez. Aunque en el fondo sabía que no había pasado nada, también pensaba que Pelín no era capaz de mentir. Por eso aceptó todo sin investigar. Se dejó dominar por el miedo. Reconoce que debía habérselo contado desde el principio. “Te engañé, tienes razón”, le dice con lágrimas en los ojos.

Ferit continúa: “No merezco tu amor. Pero te amo más de lo que me amo a mí mismo. Y tú también me amas. Lo sé.” Seyram le ruega que no la presione. Pero él insiste: “Solo somos felices juntos. Cuando estamos separados, nada tiene sentido. Si lo pensamos bien, hay más razones para seguir que para alejarnos. Vamos a hacerlo bien. Dame tu mano.”

Seyram lo mira y le dice suavemente: “Ya sé”. Es su forma de decir que acepta. Ferit sonríe. Va al citófono y pregunta por su abuelo. Latif le informa que en breve dará un comunicado a todos. Ferit también quiere hablar. Corre hacia Seyram, le extiende la mano nuevamente y le dice: “Hagámoslo bien. Juntos.”

Seyram toma su mano. Ferit la abraza, la besa y afirma: “Desde ahora, todos vivirán bajo nuestras reglas. No permitiré que nadie se interponga entre nosotros.” Ella sonríe y le recuerda que su abuelo no tolera la impuntualidad. Ambos se tumban en la cama, se besan con ternura y sellan su reconciliación con un renovado compromiso de amor.