Suna y Kaya, empeñados en casarse; el escándalo de Ferit, en vídeo; y Seyran, víctima de un montaje. En el episodio 44 de “Una nueva vida”, la serie turca de Antena 3 para las noches dominicales.

En el capítulo 44, para evitar las represalias de Kazim, Suna y Kaya deciden casarse, pese a tener a casi toda la mansión en contra. Dentro de su plan para destruir a los Korhan, Nükhet piensa distribuir un vídeo en el que Sultan cuenta con pelos y señales su relación con Ferit. Mientras, Pelin y Zerrin llegan a casa del tío Sehmuz y Seyran descubre unas fotos en las que su marido se besa con otra…

A continuación, repasamos los mejores momentos que nos ha dejado el último capítulo de “Una nueva vida”, la serie turca que ha dado la vuelta al mundo.

Kaya se pone romántico con Suna

Después de pillar a Suna besando a Kaya, Kazim pierde completamente la razón y golpea a ambos jóvenes como si no hubiera un mañana. Cuando su hija logra zafarse de él, se escapa de la mansión y Kaya sale corriendo tras ella. Kazim no tarda en alcanzarlos, amagando con matar al muchacho de una puñalada en ese mismo momento. Pero Suna consigue calmar a su padre asegurando que pretende casarse con Kaya.

Más tarde, Kazim se burla de Nükhet, anunciando que muy pronto serán familia. Ella, que no entiende nada, se dirige de inmediato a la habitación de Halis. Allí, Ifakat intenta convencer al patriarca de que la boda de Suna y Kaya les beneficiará a la larga. Nükhet reacciona con estupor, temiendo que los Korhan y su hijo echen a perder sus planes de venganza.

De madrugada, Suna expresa a Kaya su miedo a que, con las prisas, los dos cometan un tremendo error y le promete hacer lo que esté en su mano para que nadie lo obligue a casarse con ella. Sin embargo, él se declara perdidamente enamorado y le pide matrimonio de un modo tan romántico y original que Suna cae rendida a sus encantos.

El tío Sehmuz estalla por el embarazo de Pelin

Pelin y Zerrin, que necesitan permanecer en Estambul para presionar a Ferit con el embarazo de la joven y no pueden permitirse el lujo de hospedarse indefinidamente en un hotel, se instalan por fin en casa del tío Sehmuz, que convive con Aysel, su primera esposa; Sinem, la segunda; y Piril, su hija. Tal y como Pelin se temía y su prima le confirmó, el hermano de su madre resulta ser un machista recalcitrante.

En cuanto se da cuenta de que su sobrina está encinta, empieza a preguntar por el padre de la criatura y por los detalles de la boda. Entonces, Zerrin, acorralada, no tiene más remedio que reconocer que su hija espera un niño de un hombre con el que no está casada. Al saber que la chica podría acabar siendo madre soltera, su tío explota de ira, abofeteando a Zerrin y prohibiendo a Pelin salir a la calle.

Posteriormente, Sehmuz exige a su sobrina que el padre del bebé que lleva en su vientre, sea quien sea, acuda a hablar con él inmediatamente, aunque Pelin y Zerrin le dan largas, aseverando que el joven en cuestión trabaja en el extranjero…

El último favor de Sultan… a Nühket

Ferit admite ante Seyran que se acostó con Sultan, detallando que perdió la virginidad con la criada en un encuentro pergeñado por Ifakat. Él desea dar carpetazo a tan incómodo tema, pero su mujer quiere saber si ha intimado con la sirvienta después de casarse con ella y si el hijo de ésta es suyo. Ferit niega ambas cosas.

Luego, Nükhet se presenta en la cafetería en la que Sultan confesó la verdad a Seyran y la felicita por seguir al pie de la letra “todo lo que hablamos”, comprometiéndose a facilitarle un pasaporte para huir del país si accede a una petición más.

De este modo, la sirvienta relata en un vídeo su relación con el nieto de Halis y otras intimidades de los Korhan, grabación que Nükhet entrega a Taylan, periodista al que Ferit detesta y que aparece por sorpresa en un restaurante en el que éste llora sus penas junto a Abidin. Contra todo pronóstico, Ferit suelta a Taylan que publique lo que le apetezca.

Ifakat deduce que Nükhet está detrás del vídeo, del que la ha alertado su sobrino y, en plena noche, se propone asfixiarla. Tras el susto, Nükhet ofrece a Ifakat parar la escandalosa publicación a cambio de que separe a Suna y Kaya. A la mañana siguiente, azuzado por Seyran, Ferit se cita con Taylan y ordena a sus guardaespaldas que lo lleven ante Halis, que exige también la presencia de Nükhet…

Las hermanas Sanli, enfrentadas

Cuando Kaya informa a Ferit y Seyran de que se va a casar con Suna, el matrimonio se rebela, quizá temiendo perder su trono de herederos. Además, Ferit acusa a su cuñada de hacer un daño irreparable a Abidin. Para colmo, Suna revela a Seyran el papel que Ifakat ha jugado en su repentina atracción por Kaya y su hermana la tacha de ingenua.

Estos roces desembocan en una monumental bronca en la habitación de Suna, que, a voces, espeta a Seyran que no se meta en sus asuntos. Los gritos alarman a Esme, que irrumpe en el cuarto, donde sus hijas se despellejan a gritos.

Suna no tiene intención de echarse atrás: si tiene una pequeña posibilidad de ser feliz con Kaya, la aprovechará. Pero Seyran avisa: si cae en la trampa de Ifakat, abandonará la mansión y la dejará sola ante el peligro…

Piril deja en manos de Seyran una bomba de relojería

Piril desvela a su prima que organizó una trampa a Ferit para fotografiarlo mientras una chica lo besaba en una discoteca, imágenes que piensa usar para que el nieto de Halis esté más pendiente de Pelin y del hijo que, supuestamente, ambos esperan.

A todo esto, de camino a su cita con Taylan, Ferit revela a Abidin que está dispuesto a confesar a Seyran que Pelin está embarazada de él. Y pese a la prohibición de Sehmuz, Pelin y Piril salen de casa con un objetivo claro: ir hasta la facultad en la que estudia Seyran y dejarle un sobre con las comprometidas imágenes de Ferit…